sábado, 24 de febrero de 2007

Trabajos de Lectoescritura con 4 años (Julio)

Julio cursó P4 en el colegio. En el tercer trimestre la profesora les enseñó a leer con el método silábico, utilizando las letras S,M,L y P. Julio llegó a tener pesadillas con esto, odiaba leer.

Durante el verano, aprendió a leer y escribir con el enfoque costructivista y gran interés. Este enfoque parte de la base de que el niño debe encontrar placer y utilidad en la lectoescritura. ¿De qué les sirve leer "Papá pisa la pala"?

Comenzamos por copiar la fecha con letra todos los días en la pizarra de su habitación, aunque esto realmente lo hicimos desde Navidades. Imprimí unas tarjetas y cada día las cambio para que ellos las copien. Aunque parezca un absurdo, le ayudó muchísimo. Después, cuando se paraba a pensar cómo escribir la sílaba "bre", enseguida decía "ah, sí, como diciembre"





Otra cosa que les interesaba era saber lo que estaba cocinando. Así que cuando venían a preguntarme "Mamá, ¿qué hay para comer?" yo lo escribía en un post-it y lo pegaba en la puerta del frigorífico. Era estupendo verlos juntos tratando de descifrar el jeroglífico, pero lo conseguían!!

Julio se convirtió en el "asistente de compras". Cuando íbamos a hacer la compra al súper, yo le pasaba la lista de la compra en limpio con el ordenador y se la pegaba con celo a una libretita para que tuviese un apoyo rígido, le llevaba un lápiz bonito y él se encargaba de tachar todo lo que echábamos al carro. Al principio le costaba mucho encontrarlo y para ayudarle le organizaba la lista alfabéticamente y destacaba la inicial en negrita.

También hacía fichas, pero fichas personalizadas. Una de sus favoritas era la de recomponer títulos. Leemos muchos cuentos que renovamos semanalmente (bibliotecas, qué gran invento!), así que escaneaba las portadas, borraba los títulos y él intentaba reescribirlos.



Cuando él terminaba, yo le felicitaba (independientemente de cómo lo había hecho, pues era evidente que lo había hecho lo mejor que sabía) y le pedía permiso para escribirlo como lo hacemos los mayores. Para ayudarle a fijarse, subrayaba en verde todos los aciertos, nunca hacíamos mención a los errores, ni los destacábamos de modo alguno. ¡No es lo mismo tener un fallo que 23 aciertos!


Otro trabajo divertido era recortar etiquetas de productos con los que estaba familiarizado, pegarlos en un folio y pedirle que escribiese una frase que le sugiriese esa etiqueta. Cualquier frase que idee estará bien, hay que saber valorar el esfuerzo mental que supone para un niño de 4 años construir una frase completa cuando está aprendiendo a leer y escribir. Cuando terminaba, yo volvía a ofrecerle escribirlo como los adultos y subrayábamos en verde todos los aciertos.



También trabajábamos con los números. Ponía unas cuentas de madera en una caja, él las contaba y en la guía buscaba el cardinal, se fijaba en el número escrito que le correspondía y colocaba la tarjeta bajo la caja. En la foto se entenderá mejor:




Podría poner muchas otras actividades, pero tampoco quiero extenderme demasiado. Otra de las favoritas eran los pies de foto. Cogíamos el periódico del día, seleccionaba noticias apropiadas para ellos y se las leía. Al terminar, ellos elegían una noticia, recortaban la foto, la pegaban en un folio y escribían un pie de foto bajo la misma.





Como puedes ver, utilizamos siempre mayúsculas, que son mucho más sencillas para el niño.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me gustaria poder ensenyar a mis hijos como tu haces con los tuyos, pero tengo miedo de no hacer-lo correcto.

Anónimo dijo...

Genial!!! De eso se trata de vivir los textos de la vida real.
A mi hijo le paso lo mismo con "Susi amasa la masa".